Hernán, de la empresa de transporte Turrubiano y Freites de la localidad de Ricardone, fue una de las tantas víctimas del “boquilleo” por parte de los delincuentes que operan en la zona de accesos a los puertos de esta ciudad.
En la noche del 23 de febrero sufrió la apertura de las compuertas de uno de sus camiones y cientos de kilos de cereal terminaron sobre el pavimento de calle Belgrano en Puerto General San Martín.
“Estamos cansados de pagar mercadería. Los seguros de carga no se hacen responsables y lamentablemente los productores y las cerealeras al faltante lo están cobrando”, se lamenta Hernán en uno de los videos.
Ante la presencia de un oficial del comando, el transportista recalca efusivamente: “Cada vez que me abren la boquilla son 6 ó 7 millones de pesos y salen de mi bolsillo. Estoy cansado de pagar. Cansado de que no abran camiones”, y luego agregó: “Que venga prensa, que saquen fotos, porque sino esto no se ve. Que lo pesen por televisión esto porque estamos cansados. Porque qué pasa, ésto se junta, el camión se va, me llega el descuento y todo sigue como si nada. No sale en los diarios, nadie se entera de nada de esto“.
Un modalidad delictiva que se repite
El “boquilleo” es la actividad por la cual se realiza la apertura de las compuertas del camión,
a fin de proceder a la extracción del cereal al momento de su descarga dentro de una instalación portuaria.
Los malvivientes aprovechan la baja velocidad de los camiones en la zona industrial para abrirles esas compuertas a los camiones y posteriormente juntar el valioso cereal derramado.