in ,

Apoyo escolar y alfabetización a cambio de un alimento no perecedero

Esta iniciativa del Frente Vecinalista surgió como idea de colaborar con aquellas familias que no pueden acceder a pagar una enseñanza particular.

Conscientes del daño en materia educativa provocado por la pandemia de COVID-19, integrantes del Frente Vecinalista PGSM llevan adelante clases de apoyo escolar en distintos barrios de la ciudad.

Este trabajo se lleva adelante con un equipo de voluntarios y docentes preparados para ayudar a los estudiantes con tus tareas y acompañar las trayectorias escolares de los mismos.

Estas clases no tienen costo alguno para los interesados y a modo de colaboración se solicita un alimento no perecedero para ser distribuido posteriormente entre familias carenciadas.

Integrantes del Frente Vecinalista brindando apoyo escolar. Foto: Frente Vecinalista PGSM

La solidaridad en palabras de una docente

Silvina Cabrera, docente e integrante de la lista de candidatos a concejales por este espacio político, brindó a través de su perfil en Facebook un conmovedor posteo para explicar el alcance de esta tarea solidaria.

“Quiero contarte cómo venimos trabajando desde el Frente Vecinalista PGSM en cuanto al apoyo escolar.

Viendo el golpe duro que esta pandemia ha generado no solo en la economía del país sino en la educación, nos vimos en la obligación de poner manos a la obra para dar una mano a las familias y los niños con el fin de poner nuestro granito de arena para evitar la deserción escolar en el secundario, así como la frustración e incertidumbre en el nivel primario.

Como docente, tengo en claro que nadie puede igualar el trabajo que se hace en las aulas de clase y que las familias, por más voluntad que tengan, no cuentan con las herramientas necesarias para suplantar la labor docente diaria.

Por eso, partiendo de esta necesidad, surge la idea de colaborar con aquellos hogares de la ciudad más necesitados, los cuales no pueden pagar horas y horas de enseñanza particular y menos si son varios los hermanitos en casa.

Comenzamos con dos o tres niños los cuales necesitaban ayuda en sus tareas y de a poco fuimos tejiendo una red comunitaria donde no sólo ayudamos con tareas, sino que asistimos a las familias de los alumnos con mercadería , calzado, abrigo, durante la pandemia.

Si bien esta actividad se hizo conocida hace poco, es una tarea que venimos haciendo hace meses con un equipo de voluntarios que tienen una vocación de servicio hacia lo social tremenda y la realizan con mucho respeto y responsabilidad.

Hoy hacemos un trabajo territorial importante, dónde sumamos taller de alfabetización, en distintos barrios.

En el medio, tuvimos que crear una mini biblioteca, en respuesta al pedido de los mismos niños (aunque no lo crean). Con ella, pudimos acercarlos a la lectura, donamos manuales a una escuela de la localidad, para colaborar con los trabajos de investigación en las aulas, actividad tan necesaria y enriquecedora y, también, atendiendo a la realidad social local, la cual reflejaba el bache y la diferencia en esos barrios dónde la conectividad a las clases virtuales no estaba asegurada, o solo había un teléfono para 5 hermanitos por ejemplo.

Elegimos trabajar en red, en equipo, de manera territorial, acercándonos a la necesidad real.

Sin ánimos de competencia, nos abrimos a nuevas incorporaciones, a sumar voluntarios para actividades como ésta, más allá de cualquier bandera política, motivamos a que se repliquen movimientos como el nuestro, voluntariados, gente capaz de poner las manos en el arado, de pisar los barrios, pasar las tardes en medio de los vecinos, sin otro fin que no sea ayudar al otro, haciendo cosas productivas como ésta, para sumar miradas y aportes con un objetivo en común: construir una realidad socioeducativa más equitativa.

Hoy, soy yo quien escribe este texto, pero sola sería imposible llevar acabo está tarea. Gracias a gente noble y solidaria como Verónica Mariela Cobos, Estefi Gil RC, Alfonso Andrés Miñoz, a cada uno de los que donaron libros, a Luciano Mandón Concejal que creyó en nosotros y nos brindó las herramientas necesarias para poder arrancar con esto y continua haciéndolo.


Gracias a Silvia Lorena Benítez por las puertas que nos ayuda a abrir para seguir creciendo. A Mónica Graciela Abrego por motivarnos a seguir en esta lucha, mujer de gran inspiración.

Gracias a cada familia que nos abre sus puertas en los barrios a los que hoy pudimos llegar. Porque se trata, ni más ni menos, que de nuestras infancias.

Creo en este proyecto colectivo de trabajo, porque nos escucha, nos alienta y dentro de sus posibilidades, nos brinda lo mejor para que sigamos adelante con ésto!

Dónde se realizan las jornadas de apoyo escolar

El Frente Vecinalista PGSM tiene su local en calle Guillermo Kirk 426 y pone a disposición de los interesados un número de teléfono para consultar sobre los días y horarios de las clases de apoyo escolar.